Como si le hubiesen robado su árbol favorito a perro callejero, fue la sención que embargó a cientos de cochabambinos, cuando se enteraron, que el brillante municipio inició los trabajos de traslado del mítico monemento de las Heroína de la Coronilla, desde la colina San Sebastían a la Casona Santivañez.
Conciente de la reacción que provocaría el desalojo, los siempre capacitados funcionarios ediles, optaron por señalar que el momumento sería trasladado al flamante museo de "Las Heroínas de la Coronilla" que abrirá sus puertas proximamente nada menos que en La Casona Santivañez, algo así como un museo dentro de otro museo, detalle que confirma los niveles de genialidad de los funcionarios municipales.
Paralelamente se admite también, los niveles de inseguridad ciudadana en la ciudad de Cochabamba, puesto que se opta por retirar antes que mejorar y cuidar. En dicha colina no existe seguridad alguna, está dominada por polillas, niños de la calle, jovenes y adolescentes inhaladores de clefa, que han incursionado en el robo como respuesta al hambre en la que viven. Existencia que no es un secreto para nadie y realidad que se vive desde hace años, lo triste es que no hay autoridad que le ponga freno a esta situación y que aplique un plan para rescatar a esta juventud y darles una oportunidad en la vida, porque simplemente no-les-interesa.
La falta de respuestas coherentes a esta situación, provoca ahora que otro grupo de funcionarios opte por el desalojo, arrancándole de cuajo a Cochabamba una imagen que desde ace años no sólo la representa a nivel nacional, sino internacional y que se ha convertido en un ícono de la lucha por la independencia... pero como no todo esta perdido, se anunció que el monumento a las Heorínas de la Coronilla, sería reemplazado por uno de fibra de cemento, esto para impedir su desmantelamiento paulatino, porque en la ciudad existen bandas que se dedican al robo de hierro y que luejo es comercializado en la decenas, cientas de herrerías de Vulcano que existen en toda la ciudad, plaga que al paso que va, terminará atentando a los parques infantiles, a la boca de tormentas, a la tapas de alcantarillado... habrá no más que plantear para su protección y seguridad la creación de más museos.
El traslado de las Heroínas de la Coronilla, no hace más que admitir que la delincuencia, el hampa hase está apoderando pualatinamente de varios sectores de la ciudad y que la inseguridad es un tema que nadie quiere tocar, menos enfrentar, ni qué decir de la gloriosa Policía, que en las últimas horas encontró la excusa ideal para justificar su falta de resultados, imagínese que todo su presupuesto se va en sueldos y que por esa razón no tienen planta para investigar, a ese coronel que dio tamaña explicación habrá que crearle otro museo, esta vez de la ineptitud, que de ser así tendrá que ser nomás a nivel nacional. Mientras tanto el mentado desalojo seguirá su marcha y el área en cuestión pasará a ser la Colina de la Eroína, en honor a lo que ahora será, a lo que estaba y a lo que hace años se hizo, resistir.
Al paso que vamos el otro momumento en cuestión y que está apunto de ser trasladado es el Cristo de Concordia, porque similar situación delincuencial se vive a sus faldas, el problema está si el despacho de Chaly Terceros es lo suficientemente grande como para recibirlo, de hecho su ego si, pero me temo, que en esta ocasión no alcanza. Se posaran los ojos entonces en el tiznado Hall Prefectural, Reyes Villa desde su balcón hablará con él y creerá que tiene su respaldo en su lucha por la presidencia de la República, de esa manera le brindará también a sus funcionarios la respuesta que tanto buscan cuando algún "extraviado" reportero, le pregunte sobre la fuente precisa de las declaraciones antigubernamentales que emitan, señalarán entonces al Cristo Redentor, como la verdad hecha Verbo.
En la vida, hay cosas que se ha hecho para mantenerlas, preservarlas y no trasladarlas, porque simplemente toda ciudad tiene derecho a preservar su memoria, su historia y a no a ceder comodatisiamente a las amenazas urbanas que estarán siempre en franco proceso de crecimiento, lo que se tiene que hacer es ajustarles las tuercas a esas decenas de funcionarios inútiles que sólo saben vivir del Estado y que nada aportan a su ciudad, empezando por los policías y terminando con aquellos que dicen ser parte de las "instituciones vivas", especialmente a esa "cochababineidad" que todavía cultiva nabos en sus espaldas.
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